26 de febrero de 2015

Flores made in France


Esta mañana he escuchado una de esas noticias que de ridícula me ha llevado directamente a la cafetera porque no daba crédito a lo que había escuchado. Algún lumbreras de la política, del marketing o de la ideología más rancia y peligrosa, que todo puede ser, ha descubierto que las flores que se compran habitualmente en Francia vienen de lejos, de muy lejos, tanto como Colombia, o Kenia o Somalia. Nada nuevo. Dependiendo del tipo de flores vienen de una región u otra, y solo algunos jazmines y pocas cosas más vienen de Francia, en concreto de la región de Picardie (no se si se dice Picardía en castellano). Lo que el locutor contaba era que la mano de obra en esos países es más barata y justificaba el hecho de hacer venir rosas desde Colombia al mercado de flores holandés, para terminar en una floristería francesa. Lo que el locutor ocultaba es que, además, en el caso de Colombia, la legislación es más permisiva y se cultiva con todo uso y abuso de productos químicos, contaminando así el suelo, que es como decir el agua, lo que hace que los bebés colombianos que se alimentan del pecho de sus madres tomen la leche más contaminada del planeta.

Pues al lumbreras que ha descubierto algo que ya se sabe desde hace bastantes años y que no parece importarle a nadie, ha propuesto vender ramos de flores con etiquetas "producto francés" si al menos el 50% de las flores vienen de Francia, esto es, de Picardía.

Menos mal que siempre nos quedará la música:

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